lunes, 20 de junio de 2016

EL LENGUAJE CORPORAL en los niños



EL LENGUAJE CORPORAL EN LOS NIÑOS 

El lenguaje corporal y gestual engloba todas las manifestaciones que el niño realiza con su cuerpo: gestos, movimientos, sonrisas, miradas, etc. El lenguaje más eficaz que va a utilizar el niño para comunicarse con los demás y con su entorno, al menos hasta los 2 años, va a ser el de su propio cuerpo, es decir, el lenguaje corporal. En los primeros años, las relaciones del niño/a están vinculadas inicialmente a la satisfacción de necesidades básicas. Los gestos, miradas, movimientos, sonidos, van adquiriendo significado, modificándose a través de las vivencias y experiencias que proporcionan a los niños y niñas la interacción con las personas que les rodean. De esta forma, mediante la exploración de los propios recursos expresivos y, de la imitación de los otros, irán descubriendo y ampliando las formas de expresión, sus repertorios de gestos y movimientos, así como la posibilidad de organizarlos significativamente, utilizando todas sus posibilidades expresivas para comunicar necesidades, estados de ánimo, deseos e influir en el comportamiento de los demás. Así es como las niñas y niños, a partir de un proceso de diferenciación progresiva, van elaborando todo el sistema de signos que constituye el lenguaje corporal: gestos, sonrisas, llanto, movimientos, sonidos y miradas. La respuesta interactiva de las personas adultas ante estos primeros intentos comunicativos será decisiva no sólo para el desarrollo del lenguaje corporal, sino para el desarrollo integral de niños y niñas. Va a ser el lenguaje más natural, ya que parte de la premisa de la espontaneidad, es decir, no tiene un sistema de códigos preestablecidos. La entonación de las palabras, la gesticulación y los movimientos que realice el referente adulto serán importantes para que el niño perciba sensaciones, las interiorice y las aprenda. Al mismo tiempo, el niño, a través de los movimientos y gestos, en un primer momento totalmente reflejo y cada vez más dotado de intencionalmente, deberá conseguir a través de su cuerpo encontrar una forma de expresión propia, y contribuir así a crear un sistema válido para comunicarse con los demás y con su entorno



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Por esta razón, la educadora va a tener que disponer de estrategias y recursos para estimular adecuadamente la progresión de la expresión corporal y psicomotora. Algunos de los movimientos que se pueden promover o estimular son: gatear, arrastrarse, rodar, balancearse o marchar.

 Gatear: el niño puede realizar el movimiento de gateo siguiendo un determinado ritmo o los pasos de un animal; por ejemplo, los pasos del león. 

 Arrastrarse: se puede imitar el ruido de la serpiente o sugerir su presencia a través de música oriental.


  Rodar: se puede usar canciones de arpa como el Concierto de flauta y arpa 


.  Balancearse: es muy típica La canción del barquero.

  Marchar: una vez que el niño sabe andar, se puede recurrir a la marcha por el espacio, ya sea de forma libre u organizada; por ejemplo, en fila como un tren, agarrados por una parte del cuerpo,